sábado, 17 de octubre de 2009

Simone White

Hace un par de semanas tuve la fortuna de asistir a un concierto en una pequeña sala de Ciudad Real que dieron dos cantautoras de las que no había oído hablar en mi vida: Victoria Williams y Simone White. De la primera no voy a hablar porque no se encontraba bien tras un accidentado viaje y apenas si tocó tres o cuatro canciones.
Simone White me impresiono por su voz dulce, por su tono casi susurrante y por la paz que trasmitía. Al finalizar la actuación le compre los dos discos que llevaba y mientras me los firmaba me contó la relación que tenía el primero de ellos con su abuela y su madre, aunque no entendí todo lo que deseaba porque mi inglés es muy pobre.
Desde entonces sus discos se han convertido en compañeros inseparables cuando escribo en mi tienda, aunque a veces los combino con el que le compré a Marro en Luarca “Cazador de sueños”.
En una entrada anterior comenté que casi siempre escribo mis novelas escuchando canciones de Tom Waits porque me parece el mejor creador de bandas sonoras para los sueños. Dicen que los extremos se tocan, y en principio Simone White no tiene nada que ver con ese genio de voz tortuosa y música indefinible, pero sus canciones adquieren profundidad a medida que se van escuchando, y terminan por crear adicción. No tengo ninguna duda de que esta cantautora ha llegado para ser una de las grandes, y no de las que lideran las listas de ventas, sino de las que son respetadas y admiradas por su trayectoria comprometida con la música y con la sociedad en que viven.

1 comentario:

Anónimo dijo...

joder, pues no conocer a Victoria Williams tiene delito, todo un mito de la musica alt-country y folk americana, una mujer que ha tocado con Lou Reed y Pearl Jam entre muchos otros...