martes, 28 de febrero de 2012

Física cuántica y Facebook

La física cuántica es terriblemente compleja para los que funcionamos con una mente más o menos lógica porque hay que estar abierto a la posibilidad de que existan muchas dimensiones, y lla mayoría nos sentimos perdidos cuando queremos imaginar algo que nos lleve más allá de la tercera dimensión.

Sin embargo, cuando entro en facebook y veo la lista de ‘amigos’ con los que estoy contactando, tengo la impresión de que existen muchas dimensiones porque esas amistades van asociadas a unos periodos muy concretos de mi vida, puede que con ningún amigo haya tenido un contacto asiduo desde la infancia hasta la actualidad. Se puede decir que yo existo en una dimensión diferente para cada uno de ellos. Los más remotos me recordarán como el crío que jugaba en las calles de Torralba y que estaba obsesionado con el deporte y todo lo que lo rodeaba. Los que conocí en el instituto tanto en Ciudad Real como en Daimiel, me verán como un adolescente reprimido que no sabía lo que quería hacer con su vida y que se conformaba con tener un trabajo fijo. Los amigos de mi primera estancia en Madrid, cuando pretendía hacer Económicas, puede que me recuerden como alguien que acudía a la facultad de manera testimonial y que se pasaba las tardes viendo maratones cinematográficos sobre directores poco comerciales en los cines Griffith, Regio o Ideal.

Aquellos con que compartí la mili seguramente me recordarán como el que les hacía fotos en blanco y negro durante las maniobras con poses guerreras para que las pudieran mandar a sus novias, y que debido a la precipitación con que las revelaba, en la actualidad las conservarán con la imagen difuminada.

Es probable que aquellos que me recuerden durante mis años en la publicidad, me recuerden como alguien que era imaginativo a la hora de resolver problemas durante las sesiones de fotos o rodajes y al que le encantaba tomarse el trabajo como un juego. De hecho tenía una mesa de ping pong, una canasta de baloncesto, un pinball y un juego de dardos en el estudio donde trabajaba, aunque reconozco que fracasé cuando intenté enseñarle a Aznar a jugar a los dardos durante una sesión de fotos que le hicimos antes de que fuera presidente y demostrara que había muchas otras cosas que no había aprendido.

Ninguna de las personas que había conocido hasta entonces podría imaginar que un día daría un cambio radical en mi vida y me convertiría en escritor. Era una dimensión en la que ellos no me podían ver porque ni yo mismo me lo creía. Sin embargo, aquellos amigos que he conocido desde que me dediqué a la literatura y me instalé en Almagro no con capaces de imaginarme en otras dimensiones anteriores de mi vida.

Cuando una persona muere, comienza a construirse su historia, que no es otra cosa que la suma de los recuerdos que deja en los demás. Entonces es un buen momento para saber de cuantas dimensiones se compone cada persona. Es posible que pensando de este modo lleguemos a aprender algo de física cuántica.


1 comentario:

Ricardo - Ventanas de PVC dijo...

Notable solución e imaginación en cuanto a como adaptas las relaciones virtuales de facebook con la física cuántica, saludos cordiales.