sábado, 18 de octubre de 2008

Ética para Fernando Savater

La concesión del premio Planeta a Fernando Savater no ha sorprendido a nadie, como tampoco el nombre de la finalista. El titulo de las novelas poco importa, al fin y al cabo, quién recuerda el título de los libros que han ganado el Planeta. Se venderán muchos miles de ejemplares y se leerán bastantes menos. Se galardona al autor, con la condición de que sea muy conocido y salga regularmente en los medios de comunicación. Quien otorga un premio de seiscientos mil euros tiene que asegurarse unas ventas de seis millones para que el negocio sea rentable, y eso no sería posible con un escritor desconocido, aunque haya escrito una novela mejor que El Quijote o Cien años de soledad.
Al autor de Ética para Amador, además de otros libros filosóficos ampliamente difundidos, no se le puede culpar de haber ganado el Planeta, a lo sumo se le puede acusar de parecer ingenuo y creer que su obra ha sido elegida por un jurado que la ha considerado la mejor entre todas las participantes. Este premio no se gana, se negocia, y es posible que su agente ya se hubiera encargado de ello con la editorial antes de que estuviera acabado el manuscrito. El propio Savater lo admite implícitamente en unas declaraciones al decir que su anterior novela pasó desapercibida y no quería que eso le volviera a ocurrir. A muchos escritores nos ocurre lo mismo, aunque carecemos de los contactos de alguien que conoce a fondo el sentido de la palabra ética, y que en su diccionario debe significar: utilizar todos los recursos disponibles para alcanzar el objetivo.
De todas formas, al ser un galardón que entrega una entidad privada con ánimo de lucro, no se puede cuestionar el procedimiento seguido para la elección. La editorial le da el dinero a quien le apetece, aunque lo camufle tras un premio literario para obtener mayor publicidad y se rodea de un jurado de relumbrón que debe cobrar holgadamente por participar en un paripé.
Como escritor me molesta que se diga que esa novela ha ganado en un concurso donde participan más de quinientos manuscritos, y me duele que haya quinientos incautos que se gasten dinero en hacer fotocopias y enviar sus textos a una pantomima. Reconozco que yo lo hice una vez porque hace años pensaba que era como jugar a la lotería. Luego me di cuenta de que en la lotería están todos los números en el bombo, mientras en el Planeta sólo entran dos o tres. También hay que decir que esto ocurre en otros muchos premios, pero el admitir que existe la cosa nostra en el mundo literario no implica que haya que guardar la omerta.
Enhorabuena a Fernando Savater, espero que su próximo libro se titule: La ética del ganador. Mientras tanto, supongo que algún famoso ya se estará frotando los dedos esperando ganar la próxima edición, aunque es posible que la editorial tenga que dárselo a Ruiz Zafón en vista de que su último libro no ha vendido todos los ejemplares que esperaban y no pueden permitir que su gallina de los huevos de oro entre en declive.

1 comentario:

BLQ dijo...

Cuanta razón tienes con este artículo que has escrito. Hay que tener mucho cuidado con los premios, pues la mayoría son una pantomina.

Yo cuando comencé, también participé en algunos premios, sobretodo de relato corto, pero al final me cansé pues es todo programado y cosido.

De Zafón... ayy, otro que ha tenido un super éxitos y no sé si habrán llegado al millón tanto como pretendían. De todas formas yo reconozco que su libro me enganchó y que para guión de película (que es su especialidad) es genial.

saludos