sábado, 28 de febrero de 2009

Ventajas de la autoedición

Muchos escritores noveles piensan que sus problemas terminan cuando encuentran un editor que publique su obra. Nada más lejos de la realidad. Para aquellos que se conforman con tener un libro con su nombre puede que sea suficiente, pero la alegría inicial de los que han elegido la literatura como trabajo no tardará en tornarse en frustración, en la mayoría de los casos. Cuando se firma un contrato con una editorial, el autor entrega los derechos de su obra durante treinta años a cambio de percibir entre el 8 y el 10% de las ventas. Ni que decir tiene que la editorial no va a invertir en promocionar el libro, salvo en casos contados, por lo que las ventas no llegan ni de lejos a los cálculos más optimistas. En este caso nos encontramos con que el autor percibirá menos de mil euros por su obra, no la puede recuperar y nadie querrá publicarle un segundo libro porque se habrá convertido en un escritor maldito.
Sé que muchos escritores contemplan la autoedición como la última oportunidad antes de asumir el fracaso. Yo la contemplo como un negocio a largo plazo. Cuando termino una novela, la envío a ciertos concursos que considero que no están manipulados. Si no consigo ganar alguno de ellos, y tengo plena confianza en lo que he escrito tras numerosas revisiones, la edito. El coste de la edición es muy poco comparado con las horas de trabajo que hemos invertido escribiendo, y para mí hay algo mucho más valioso: los derechos de la obra me siguen perteneciendo y puedo negociar con quien quiera sin creer que me están haciendo un favor. Por otra parte, me molesta que el autor sea el último eslabón en el mercado editorial. El editor, el distribuidor y el vendedor sacan más beneficio que él, y a eso había que añadir la agencia literaria, en el caso de que se tenga.
Al realizar todo el proceso, con la excepción de diseño de portada y maquetación, me siento más unido y más crítico con mi obra porque no solo soy el autor de un texto, también soy el responsable del libro que ofrezco al lector y debo velar para que quede contento con lo que le entrego. Supongo que aquí llegamos a la pregunta que nos hacemos todos: ¿cómo lo vendo? La única respuesta posible es que nadie nos lo va a vender. No vale con dejarlo en depósito en librerías, salvo en el hipotético caso de que el librero sea un incondicional nuestro. En mi caso, y después de probar muchas vías, decidí que sólo había un camino coherente con aquello que reivindico, y era abrir mi propia tienda, donde los posibles lectores conocieran al autor de los libros. Hace cuatro años que abrí mi tienda en Almagro, y al tratarse de un pueblo turístico, ha pasado mucha gente por ella. No todos han comprado porque hay quien piensa que un escritor no debe ser muy bueno cuando vende sus propios libros, pero también hay gente sin prejuicios que siente curiosidad por alguien que tiene el coraje de defender su obra saltándose las reglas del mercado literario.
Por fortuna, la mayoría de mis lectores repite y muchos coleccionan mis libros, al tiempo que me ayudan a distribuirlos al recomendarlos a sus amigos. Cuando se llega a esta situación, es importante tener tu propia web como apoyo para las ventas, aunque lo principal sigue siendo el cara a cara con el lector. Yo no me considero un buen vendedor, y no soy capaz de asaltar a la gente para ofrecerle mis libros, pero creo que soy honesto con mi trabajo y tengo mucha confianza en lo que escribo.
Estoy convencido de que el mercado literario está inmerso en un profundo cambio, y que la autoedición cobrara importancia gracias a los nuevos medios de distribución y a la posibilidad de realizar tiradas cortas a bajo coste, con lo que la inversión inicial se reduce y el plazo de amortización se acorta. Pronto veremos cómo escritores prestigiosos crean sus propios sellos editoriales, aunque las grandes editoriales no lo pondrán fácil porque tienen miedo de que se les acabe el chollo. Hace doce años que empecé con la autoedición. En la actualidad tengo seis libros publicados con mi sello, y cinco más que publicaré este año, a pesar de la crisis: una novela y mi teatro completo en cuatro volúmenes. Al principio comencé con un miedo enorme porque pensaba que a nadie le iban a interesar mis libros. Ahora, que ya he recuperado todo el dinero invertido y que me quedan más de cinco mil libros en stock, afronto la edición de un nuevo libro con la misma naturalidad con que me siento ante el ordenador a escribir. Cuando empiezo una novela no me planteo sí el tema estará de moda; si le interesará a un editor; si me gustará el diseño y la maquetación que hagan; si se hará una buena promoción y distribución, y si percibiré lo que me corresponda por las ventas. Me centro en la historia que quiero contar y le concedo el tiempo necesario y las páginas precisas, con la confianza de que no quedará por siempre en el ordenador o en fotocopias. Si mi trabajo lo hago bien, encontraré el apoyo de los lectores; y si no lo hago, lo notaré en las ventas y tendré que esmerarme en el siguiente libro. Con todo esto no quiero decir que esté conforme con la situación actual, creo que mi obra vale bastante más, como piensan mis lectores, pero mientras llega ese momento puedo vivir de lo que escribo, y eso ya es mucho.

9 comentarios:

BLQ dijo...

tus dos últimos post tienen un gran valor informativo y, sobretodo, da un apoyo importante a escritores noveles que quieren dar el mismo paso que tu hiciste hace 12 años.

espero que la crisis no te afecte y creo con el corazón, que en realidad va a beneficiar al verdadero arte y a los que se lo curran de verdad, como tú.

A mi me dan más miedo los e-books, porque temo que hagan del libro en papel un producto de lujo y los costes bajos de edición que tu comentas, en realidad se conviertan en algo demasiado caro.

Por cierto, ya solo quedan dos semanas para que tenga 4 de tus libros en mi biblioteca, ya estoy deseando manosearlos.

saludos

Francisco Romero dijo...

Gracias Eloi por tu comentario. Con estos post intento decir que la autoedición no supone un paso atrás y que existen medios para que sea una labor que nos desborde.
Espero que los libros estén a la altura de lo que esperas.
Saludos

Anónimo dijo...

Muy bien, Francisco. Me he sentido fenomenal leyéndote y te admiro por todo esto.A ver si visito Almagro.
Besos

Mr. Jota dijo...

Francisco

De nuevo gracias por tu blog, y gracias por haber respondido una antigua pregunta que te hice por allá en septiembre, acerca de la voz adecuada del narrador.

Soy un aficionado a la lectura y la escritura desde niño. Nunca he publicado nada, y la verdad a veces lo veo lejano. Reconozco que trabajo mucho en mis argumentos, y en mis historias, pero aun no he logrado legar a algo que me satisfaga de tal manera, que considere maduro, como para pensar en enviarlo a alguna editorial. Son muchas las preguntas que quisiera hacerte, pero por ahora solo esta: He buscado tus libros en librerías pero no he encontrado nada. Vivo en Chile...¿Tienes distribución aquí? si no es así, ¿Cómo puedo acceder a algun libro tuyo? Me gustaria poder leerlos, lo digo sinceramente.

Saludos desde el Sur del Mundo

Francisco Romero dijo...

Mr Jota, gracias por tu comentario. Ponte en contacto conmigo a través del correo de mi web ebaobab.com y vemos la manera de enviarte algún libro.

Antonio Castro dijo...

Muy interesante. Veo que piensas igual que yo. la diferencia es que tu eres un veterano y yo llevo menos de dos años en esto de la autoedición. He trata ampliamente sobre estos temas. Puedes ver que he escrito 16 artículos sobre ello así que creo que eso te dará una idea de lo mucho que me interesa pese a ser un novato comparado contigo.
http://www.ciberdroide.com/wordpress/?tag=autoedicion

Francisco Romero dijo...

He visto alguno de tus comentarios Antonio, el camino a la autoedición es largo, aunque sirve de poco si no va unida a la autodistribución.

Yolanda Ríos dijo...

Hola Francisco. Quisiera saber si tú puedes aclararme si al distribuir tu propia obra estás obligado apagar algún tipo de impuesto. ¿Hay alguna normativa sobre este tema?

Muchas gracias y felicidades.

Yolanda.

Francisco Romero dijo...

Hola Yolanda. Los impuestos los pagas por la actividad que realices. Si tu publicas tu libro y lo vendes directamente a las personas que conoces no tienes que pagar impuestos, pero si utilizas otros canales de distribución, tendrás que pagar por las ventas que se hagan.