domingo, 21 de diciembre de 2008

El viaje de los libros

Ya hace quince años que decidí convertirme en escritor; diez, de la publicación de mi primera novela; nueve, desde que gané el primero de los premios literarios; y casi cuatro, desde que abrí mi propia tienda para culminar el proceso de escritor, editor y vendedor.
Ha sido un largo y, en ocasiones, tempestuoso viaje por la carencia de medios y por las dudas sobre mi valía, aunque ahora tengo la impresión de que apenas si he dado unos pocos pasos de largo camino que me queda por recorrer. Unos cuatro mil libros han salido de mi tienda para emprender cada uno de ellos su particular aventura. Algunos habrán pasado por muchas manos, mientras otros permanecerán durante años en una estantería sin que nadie repare en ellos. Me consta que entre todos han viajado mucho más que yo. Sé que aparte de toda España, han llegado hasta países como Francia, Inglaterra, Suiza, República Checa, Italia, Portugal, Rusia, Argentina, Uruguay, Chile, Colombia, Venezuela, Cuba, México, Estados Unidos, Japón y Sudáfrica. Es grato saber que los frutos de mi fantasía han llegado tan lejos, aunque sea a pequeña escala.
Sé que bastantes escritores venden muchos más ejemplares en pocas horas y que sus libros se encuentran en casi todas las ciudades del mundo. Se puede decir que me separa de ellos una distancia abismal, y así se puede entender si se comparan los ingresos o la fama; pero el oficio de escritor es el mismo y contamos con una única herramienta: la palabra. Y cuando un lector me dice que «Y el pirata creó el mar» le ha gustado más que «Los pilares de la tierra»; que «Lágrimas de Yaiza» está entre los tres libros más importantes de su vida; o que al leer «Qal’at rabah» han tenido el deseo de recorrer el Campo de Calatrava para recrear el viaje hecho por los cómicos del siglo XVII, sé que merece la pena lo andado y contemplo con menos miedo las historias en que estoy trabajando y aquellas otras que todavía no he sido capaz de imaginar.

1 comentario:

BLQ dijo...

Incluso si tus libros no hubieran viajado tanto como dices ni hubieras tenido esos piropos con respecto a ellos, lo que haces vale la pena y debes continuar, pues lo más importante es sentirse a bien con uno mismo y escribir por gusto, porque hay cosas que contar.

De todas formas, como escritor que me siento y porque me canta escribir, entiendo que a veces se necesitan esas referiencias par con lo que escribimos, pues siempre da gusto saber que alguien se emociona con una novela o un relato. Que rien o lloran, que se divierten o que incluso se aburren pero llegan a una relfexión.

Es muy valiente lo que haces, con tu tienda y tu propia editorial.

Yo no tengo tienda, voy por festivales y cosas así, he publicado tres libros cortos. Un viaje a Marruecos en castellano y uno de poemas. El tercero es en francés y es de cuentos, yo diría que tanto para adultos que para niños.

Te apoyo con la autoedición, creo que es un primero paso para ser dependiente y no participar del mercado de los libros basura.

Aupa y sigue adelante