viernes, 16 de enero de 2009

La noche de las hogueras

Hoy en Almagro se celebra la fiesta que más me gusta. Es la noche de las hogueras y aunque se origen es religioso porque va unida a San Antón, su celebración es laica porque se rinde culto al fuego, a la limoná y al somallao, los tres elementos imprescindibles en esta fiesta. Cientos de hogueras repartidas por todas las calles de la villa iluminan y dan calor a la gélida noche almagreña. Es el momento de quemar todo lo viejo confiando en que el futuro sea más generoso. En torno al fuego de las distintas hogueras, todos los lugareños y visitantes beben limoná y comen somallao: un guiso muy básico a base de pimiento seco, ajo y bacalao que se sirve frío sobre una rebanada de pan. Evidentemente la noche es larga y da tiempo a que sobre las ascuas se pongan las parrillas con chuletas, chorizos, morcillas o se asen patatas; aparte de consumir otras bebidas hasta altas horas de la madrugada. Los coches se quedan guardados y aquellos que no están vinculados a alguna de las hogueras pueden caminar por el pueblo porque en todas las calles encontrarán un fuego acogedor donde no pasarán hambre ni sed.
Siento tal apego a esta celebración que elegí la noche de las hogueras para iniciar una de mis novelas: «Qal’at rabah», porque me parece que, en torno al fuego, el pasado y el presente se funden con el fin de crear un nuevo futuro.

1 comentario:

BLQ dijo...

Es raro encontrar una celebración que transcurra en la calle en invierno. Aunque puede que me me esté acostumbrando a Francia y ya no siento las noches cálidas de Barcelona, por ejemplo, mas en Almagro tiene que hacer frío? Seguro que las grandres hogueras lo hacen soportable.

Que la noche sea larga y buena para ti.

Buenas noches