domingo, 11 de enero de 2009

Welcome to the war

En estos tiempos convulsos en los que está comenzando una invasión tan cruel como inútil ante la indiferencia del primer mundo, creo adecuado incluir un monólogo que escribí a comienzos del 2003, cuando era inminente la guerra de Irak, otro monumento a la estupidez humana. Este monólogo se interpretó por primera vez con motivo del día mundial del teatro de ese año y posteriormente se publicó junto a otros textos por la Asociación de Autores de Teatro.

Welcome to the war
Bienvenidos señoras y señores a un programa muy especial, al programa más esperado de la temporada, el programa que batirá todos los niveles de audiencia en la historia de la televisión: «Welcome to the war». Sólo faltan quince minutos para que llegue el gran momento, el momento más esperado de las últimas décadas, el instante en que la mano de nuestro querido presidente pulsará el botón que disparará el misil que supondrá el comienzo de la Guerra Justa, la guerra imprescindible para que todos vivamos mejor. La emoción nos embarga a los miembros del equipo ante ese instante que marcará el punto de inflexión que dará origen a un nuevo orden mundial, y que retransmitiremos en exclusiva desde esta cadena para todo la nación.
Pero antes de llegar a ese segundo mágico con el que todos hemos soñado, tengo que explicarles cómo se desarrollará este nuevo programa. Como la mayoría de ustedes ya saben, por la amplia cobertura que se le ha dado en las últimas semanas en nuestros informativos y programas especiales, no sólo constará de la información más veraz, y absolutamente imparcial, como tenemos suficientemente demostrado en esta casa, sino que además incluiremos un espacio muy importante destinado al entretenimiento para que toda la familia unida pueda disfrutar ante el televisor a lo largo de las tres horas aproximadas que durará nuestra puesta en escena. Es obligado recordarles que a través de nuestra emisión vía satélite ustedes podrán estar conectados durante las veinticuatro horas, e incluso tener una participación activa a través de su mando a distancia, con el que podrán obtener suculentos premios a través del concurso: “Que no quede ni uno”. Todo esto y mucho más lo podrán conocer con mayor precisión en nuestro Canal Digital War, y recuerden que todavía están a tiempo de abonarse llamando al teléfono que pueden ver en la parte inferior de la pantalla de su televisor. Les recomiendo que no dejen pasar esta oportunidad porque si se abonan ahora no tendrán que pagar nada hasta dentro de tres meses y se llevarán de regalo un DVD interactivo que incluye reportajes y valiosa documentación de las veinte mejores guerras de todos los tiempos.
Tras este breve inciso, volvamos al programa de esta noche. Jamás en la historia de la televisión se ha hecho un mayor derroche de medios técnicos para que no escape nada de lo que ocurra, y eso es posible gracias a la colaboración de las treinta cadenas de televisión que se han embarcado en tan ambicioso proyecto. También debemos agradecer la valiosa aportación económica, completamente desinteresada, del mayor fabricante mundial de armas, que debido a su gran modestia no ha querido ser incluido junto los otros anunciantes que han patrocinado: «Welcome to the war».
Nuestro equipo humano consta de veinte enviados especiales a los lugares más representativos del conflicto bélico, diez especialistas en campos tan diversos como estrategia militar, relaciones internacionales, mercado bursátil y otros aspectos de la economía global, junto a cinco prestigiosos tertulianos que nos acompañarán en el plató dispuestos a contestar a todas sus preguntas, por escabrosas que sean. Todo esto aderezado con un equipo de reporteros encargados de recabar en todo momento la opinión de los famosos y del hombre de la calle, y aliñado siempre con una buena porción del mejor humor.
En cuanto a la parte técnica, contamos con novedades revolucionarias dentro del mundo de la televisión que alcanzarán cotas inigualables en cuanto a espectacularidad y realismo. Disponemos de cámaras situadas en todos los portaviones y acorazados; a bordo de siete cazas; en cinco de los bombarderos; en varios de los tanques que iniciaran la invasión por tierra, e incluso contamos con un amplio surtido de minicámaras y micrófonos colocados en los cascos de los marines que nos permitirán vivir la contienda con todo lujo de detalles, como si estuviéramos en primera línea de fuego luchando por una causa noble; eso sí, con la ventaja de estar cómodamente sentados ante el televisor bebiendo un refresco de uno de nuestros patrocinadores mientras saboreamos una exquisita pizza con masa recién horneada, que nos llevarán a casa junto al tablero del juego oficial de nuestro programa y las dos primeras fichas coleccionables al módico precio de diez euros.
Antes de continuar con la dinámica del programa, y en nuestro afán de que la información sea la más precisa y exhaustiva en todo momento, hemos de comunicarles que se han realizado arduas gestiones con el bando enemigo para que nos permitan situar cámaras entre sus tropas y en varios de los objetivos militares más importantes para ver las repercusiones del bombardeo que se avecina desde el otro lado, confiando en obtener imágenes espectaculares y de alto valor informativo. Lamentablemente no se ha llegado a un acuerdo final porque el enemigo ha solicitado una cantidad muy elevada por su colaboración, aparte de imponer a una serie de tertulianos de dudosa credibilidad. Pero lo que ha hecho imposible cerrar la negociación, ha sido la solicitud efectuada del cincuenta por ciento de los ingresos generados en publicidad, y esto es del todo innegociable porque el otro bando no ha aportado ningún anunciante al programa, y como todos sabemos la publicidad es la que nos permite afrontar una producción tan costosa.
A pesar de este pequeño contratiempo, les aseguramos que la calidad de Welcome to the war no se verá resentida, ni tampoco tomaremos una actitud hostil ante el bando enemigo por su falta de cooperación. Ante todo nos guía un espíritu deportivo, y prueba de ello es que una parte importante del tiempo de nuestro programa estará dedicada a labores benéficas. Por aquí pasarán los cantantes más relevantes del momento, que actuarán sin ningún ánimo de lucro, con el fin de recaudar fondos para las víctimas inocentes de la guerra. También se editará un disco con la recopilación de las actuaciones más importantes.
Pero ya falta muy poco para que el presidente pulse el botón. En la pantalla pueden ver cómo el vehículo presidencial ha llegado a la base militar desde donde se coordinan todas las acciones de la Operación Mundo Feliz. En este momento nuestro querido presidente está saludando al General en jefe. Pero antes de que se produzca este acto histórico ha llegado el momento de que todos ustedes participen en nuestro primer concurso, la pregunta del millón. Cojan todos su teléfono móvil y manden un mensaje de texto al número 1234 indicando el objetivo donde se dirige el misil que disparará el presidente. Recuerden que las opciones posibles son las siguientes: palacio presidencial, central eléctrica, torre de comunicaciones, refinería, hospital, universidad, almacén de armamento, sede del parlamento o lanzamiento fallido. Señale una de estas opciones marcando la letra que la antecede, y entre todos los acertantes se sorteará el suculento premio, y el ganador, además, tendrá la oportunidad de viajar junto a un acompañante a bordo de un bombardero para disparar personalmente un misil contra un objetivo a elegir. No me dirán que no resulta un premio tentador, así que no pierdan la oportunidad de participar en este concurso innovador.
Sólo faltan cinco minutos para que llegue la hora hache. Nos tenemos que marchar a publicidad, así podrán conocer a todos los patrocinadores que han hecho posible este acontecimiento histórico. Enseguida estamos con ustedes, y no cambien de canal, porque sólo aquí podrán seguir en directo: Welcome to the war, un programa lleno de sorpresas que cambiará el destino de la humanidad.

1 comentario:

BLQ dijo...

un monólogo realmente genial. No falla en nada, es directo, ni corto ni largo, dice todo sin información innecesaria y hay humor que es importante.

bueno, lo malo de tu monólogo es que algún día puede producirse de verdad. Espero que nunca pase

saludos